La Ventana de Trutruka

martes, septiembre 18, 2007

¡Viva Chile, mierda!


Cuando se nos inflama el pecho de patria, gritamos ¡Viva Chile, mierda!

Cuando algún connacional gana alguna medalla, el equipo de nuestros amores mete goles o alguna de nuestras rubias chilensis se corona de miss algo, gritamos ¡Viva Chile, mierda!

Antes del destape actual, gritábamos ¡Viva Chile, mierrrrr...mosa patria!

Hay un poema emblemático, sin embargo poco conocido, que se llama “¡Viva Chile, mierda!”, de Fernando Alegría Alfaro, que en su momento recorrió el país en la voz del gran actor Roberto Parada.

Alegría falleció el 2005 en la ciudad de Walnut Creek, al norte de California, Estados Unidos.

¡VIVA CHILE MIERDA!

Cuando al alba sale el huaso a destapar estrellas
y, mojado de rocío, enciende el fuego en sus espuelas
cuando el caballo colorado salta la barra del mar
y se estremece el lago con una lenta bruma de patos,
cuando cae el recio alerce y en sus ramas cae el cielo:
digo con nostalgia ¡VIVA CHILE MIERDA!

Cuando el buzo ilumina su escafandra
y las ballenas se acercan a mamar en el vientre de las lanchas
cuando cae al fondo del océano la osamenta de la patria
y como vaca muerta la arrastra la ola milenaria
cuando explota el carbón y se enciende la Antártida:
digo, pensativo, ¡VIVA CHILE MIERDA!

Cuando se viene el invierno flotando en el Mapocho
como un muerto atado con alambres, con flores y con tarros
y lo lamen los perros y se aleja embalsamado de gatos
cuando se lleva un niño y otro niño dormidos en su escarcha
y se va revolviendo sus grises ataúdes de saco:
digo enfurecido ¡VIVA CHILE MIERDA!

Cuando en noche de luna crece una población callampa
cuando se cae una escuela y se apaga una fábrica
cuando fallece un puerto en el Norte y con arena lo tapan
cuando Santiago se apesta y se oxidan sus blancas plazas
cuando se jubila el vino y las viudas empeñan sus casas:
digo cabeza bajo ¡VIVA CHILE MIERDA!

Me pregunto de repente y asombrado, por qué
diré Viva Chile Mierda y no Mier... mosa Patria?
quizás en mi ignorancia repito el eco de otro eco:
¡Viva! dice el roto con la pepa de oro entre los dedos
¡Chile! dice el viento al verde cielo de los ebrios valles
¡Mierda! responde el sapo a la vieja bruja de Talagante.

¿Qué problema tan profundo se esconde en las líneas de mi mano?
¿Es mi país una ilusión que me sigue como la sombra al perro?
¿No hay Viva entre nosotros sin su Mierda, compañeros?
la una para el esclavo, la otra para el encomendero
la una para el que explota salitre, cobre, carbón, ganado
la otra para el que vive su muerte subterránea de minero.
Y como penamos y vivimos en pequeña faja de abismo
frente al vacío alguien gritó la maldición primero.
¿Fue un soldado, herido en la batalla de Rancagua?
¿Fue un marino en Angamos? ¿Un cabo en Cancha Rayada?
¿Fue un huelguista en La Coruña? ¿Un puño cerrado en San Gregorio?
¿O un pascuense desangrándose en la noche de sus playas?
¿No cantó el payador su soledad a lo divino
y a lo humano se ahorcó con cuerdas de guitarra?
¿No siguió al Santísimo a caballo y a cuchillás mantuvo al diablo a raya?
¡Ah!, qué empresa tan gigante para destino tan menguado.

Entre nieve y mar, con toda el alma, nos damos contra un rumbo ya tapiado,
por consecuencia, en la mañana cuando Dios nos desconoce,
cuando alzado a medianoche nos sacude un terremoto,
cuando el mar saquea nuestras casas y se esconde entre los bosques,
cuando Chile ya no puede estar seguro de sus mapas
y cantamos, como un gallo que ha de picar el sol en pedazos,
digo, con firmeza, ¡VIVA CHILE MIERDA!

Y lo que digo es un grito de combate
oración sin fin, voz de partida, fiero acicate
espuelazo sangriento con las riendas al aire
galopón del potro chileno a través de las edades
es crujido de capas terrestres, anillo de fuego,
vieja ola azul de claros témpanos pujantes.
País - Pájaro, raíz vegetal, rincón donde el mundo se cierra,
quien lo grite no tendrá paz, caerá para seguir adelante.
Y porque de isla en isla, del mar a la cordillera,
de una soledad a otra, como de una estrella a otra estrella,
nos irá aullando en los oídos la sentencia de la tierra:
digo, finalmente, ¡VIVA CHILE MIERDA!



Y eso...

jueves, septiembre 13, 2007

Dicen que la patria es

“Yo quiero a mi bandera,
Yo quiero a mi bandera,
planchadita, planchadita, planchadita”.

“Que me pisen”, de Sumo.


Llega septiembre y todos nos ponemos más chilenos que nunca, alegres, fiesteros, coloridos. Serán los días de asueto? O la llegada de la primavera? Reconozco que escuchar cuecas y tonadas desde el mismísimo 1 del septiembre me atosiga un poco, es que es mucho...aunque igual gozo zapateando en varias fondas a la vez; me emocionan y divierten los volantines, el olor a asado, y la viril, vibrante y gallarda parada militar en la elipse del Parque O’Higgins.

Hubo un tiempo en que, de septiembre - mes de la patria, se apropiaron los milicos. Aunque después supimos que no fue sólo del mes...

Pero no les hicimos caso, no nos dejamos con taminar e impedimos que la patria se confundiera con sones marciales y odiosas segundas estrofas, nos resbalaron sus discursos floridamente patrioteros y majaderamente agresivos, y desafiamos sus odiosas divisiones entre “chilenos bien nacidos” y humanoides.

Ahora, qué es la patria? Cada cual tiene su definición, se la imagina, la recuerda, la llora y la quiere a su manera.

”Dicen que la patria es
un fusil y una bandera.
Mi patria son mis hermanos
que están labrando la tierra”, expresan los versos de Chicho Sánchez Ferlosio, entonados por los soldados republicanos españoles durante la Guerra Civil en los años 30 del siglo pasado.

Y, en la voz deAlfredo Zitarrosa, la patria se convierte en la madre con poder de decidir sobre la vida o la muerte de sus hijos. Y porque sí...

“Vení Patria y decí
cuál de nosotros debe morir.
Sobran varones y están aquí,
listos a pelear y porque sí,
si es que vos lo decís”.

Para el columnista de La Nación, Juan Sharpe, “la patria, ya lo sabemos, es el negocio de una casta que heredó los galones y las charreteras desde que sus abuelos organizaron los zafarranchos de la Independencia y se quedaron agarrados a la administración de este fundo, como si fuera la teta nutricia”. Fuerte lo tuyo, Juanito!

Ciudadano del mundo e hijo de todas las patrias, Marcos Medalla, escribía a sus amigos en 2004 una carta en que expresaba que:”Yo nunca fui muy patriotero en el sentido de la cuecas, las empanadas, las ramadas y toda esa parafernalia de ¡viva Chile, mierda!, ¡al parque, al parque!, fiestas patrias, ternos nuevos. No, esas payasadas jamás me motivaron mucho, pero lo más importante es que jamás dejé de sentir mi identidad chilena, mi esencia chilena, lo que llaman algunos: raíces, sin saber definirlo. Jamás tuve ninguna duda cuando me preguntaban de dónde era y dónde tenia mis lealtades puestas; dónde sentía el hormigueo cuando tenía nostalgia y hacia donde corrían mis lágrimas cuando me ponía más huevón que de costumbre".

Vivir afuera sí que es cueca. La semana pasada estuve con Muriel, Manuela, Nicolás, Lorena y Daniela en Buenos Aires. Allá se las machucan estudiando y carreteando de vez en cuando. Fui con mi hermano y nos recibieron con guirnaldas, globos y festones tricolores, música ad hoc... y saborearon empanadas que llevé casi clandestinas en la maleta de mano.

Y desde la mismísima madre patria, una nostálgica Danny O., señala que “es extraño estar en el mes de la patria sin estar en ella” y asegura que “...desde la lejanía brindará y dirá Viva Chile" esperando que hagamos lo mismo "mirando hacia fuera del país, en honor a todos los compatriotas que estamos lejos de la patria". Prometido!

En una canción, Rubén Blades cuenta que, hace algún tiempo, le preguntaba un chiquillo por el significado de la palabra patria... y entre varias aproximaciones le sugería:

“No memorices lecciones de dictaduras o encierros
la patria no la definen los que suprimen a un pueblo
la patria es un sentimiento como la mirada de un viejo
sol de eterna primavera, risa de hermanita nueva
te contesto, hermanito... Patria son tantas cosas bellas".


Cortázar también le escribió una carta a la patria: "Esta tierra sobre los ojos, este paño pegajoso, negro de estrellas impasibles, esta noche continua, esta distancia. Te quiero, país, tirado abajo del mar, pez panza arriba, pobre sombra de país, lleno de vientos, de monumentos, de esperpentos, de orgullo sin objeto, sujeto de asaltos, estúpido curdela inofensivo puteando y sacudiendo banderitas, repartiendo escarapelas en la lluvia, salpicando de babas y estupor canchas de fútbol y ring sides”.

Infinidad de puntos de vistas y de emociones. Para todos los gustos y disgustos. Yo sólo me pregunto por qué la patria no es la matria, a lo mejor en ese cobijo nos encontraríamos todos.

Y eso...

miércoles, septiembre 05, 2007

Tiqui, tiqui, ti...


Llegado septiembre, patria obliga. Y todo lo asociado.
Colorear tutticuanti de blancoazulyrojo, desdoblar banderas, descorchar botellas de chicha, elevar volantines y bailar cueca, mucha cueca, nuestro baile nacional.

Según el cantor cuequero Fernando González Marabolí “a lo que nosotros llamamos cueca es al canto a la daría, del fabuloso imperio de los árabes que difundió la dinastía de los Omeyas por medio de la escuela de Medina y pertenece a los sones altos de la fiesta de la Zambra. Es una de las formas más difíciles y complejas del compás árabe de 6x8...”.
Y para que nos vayamos enterando: "La belleza del canto a la rueda o canto a la daira, es el equilibrio de la verdad interior. Tiene la medida y el peso de lo justo... debido a que el hombre sacó de la naturaleza los componentes de su arte."

Reconozcamos que la globalización hace tiempo pampea entre nosotros.

De hecho y sin ir tan lejos, el baile del galanteo entre el gallo y la gallina reconoce influencia peninsular, amerindia y afroasiática. Pero, como afirma Pablo Garrido, “...su identidad -la de la cueca- es una sola: chilena. No hubo zamacuecas ni cuecas ni en el África ni en España, por consiguiente no nos vino de fuera. Es pues, el símbolo más puro de nuestra identidad".


Interesante tema para alguna tertulia. Y si alguien desea ahondar en el tema, puede visitar la siguiente página http://www.cuecachilena.cl/cuecahistorica.html

Patricia del Carmen me envió una hermosa descripción de este baile, sacada del artículo "Interpretación de la cueca", de Luis Durand. “Y del año 1939, puehh!!! Habernos enseñado así... ni un ‘¡aro, aro!!’ nos hubiese parado”, comenta la picarona.

“¡Huija rendija, sortija,
la madre y la hija.
Los padres franceseslas monjas inglesas,
le llora la guagua
debajo l' enagua! (Aquí empieza lo güeno)El hombre estrecha el asalto, sin que la moza retroceda.
Se acarician con el centelleo de sus miradas,
quemándose con el hálito jadeante de sus bocas que se buscan y se esquivan.
Y juntos, casi tocándose sus cuerpos.
Ella lo asalta ahora, extendiendo su falda como un abanico, con un impetuoso zapateo, que él contesta, apresurando el ritmo, con jactancioso y risueño alarde, hasta cuando uno de los asistentes se interpone con dos vasos rebosantes y la lengua suelta para improvisar:

-Aro, aro, dijo doña Pancha Alfaro,
donde me canso me paro.”


Y eso...