Se comienza con un beso cerrado…
Se mueve el mundo de las letras en Ciudad de Panamá, se mueve chico!
La noche del 3 de julio, en la librería Excedra Books, un nutrido público se dio cita en un Café Literario para escuchar a sus poetas.
Un@ de ell@s fue Lucy Cristina Chau, Premio Concurso Poesía Joven "Gustavo Batista Cedeño" 2006, cuya presentación titulada “Poesía” reproducimos en este blog acogedor de las palabras venidas desde los nosécuántos puntos cardinales.
La movida fue convocada por el Instituto Nacional de Cultura y el Círculo de Escritores de Panamá.
Poesía
Hay una palabra que convoca a todas las palabras y a la que todas acuden anhelando ser ella. Para pronunciarla, se comienza con un beso cerrado, sigue una sonrisa, obliga al sí y, finalmente, abre la puerta de los sentidos para recibir la vida misma. Sí, aquí mi cómplice es la lengua hispana, en cuyo seno esa palabra se dice POESÍA.
Se puede definir la poesía utilizando la semántica y navegar entre las diversas reglas que la sostienen, pero la poesía va más allá y está por encima de todo cuanto la limita. Y es que hay cosas, personas, momentos que nos remiten inminentemente a la poesía. Hay ideas que sólo pueden expresarse valiéndose de ésta.
Hablemos entonces de eso que se dice en la poesía, de eso exacto, exactamente eso que dicho así justo en ese verso, trae consigo toda la carga de mi existencia mísera, tajante, desorganizada y sobre todo mía. Entonces sí, me aferro a la poesía con todas mis fibras. ¿Por qué? Porque habla de mí, y es una cosa entre ella y yo - que la recibo - en la cual nadie más se interpone.
Pensemos en todo eso que no se dice normalmente de la poesía, en esa estructura subliminal que no se juzga intelectualmente.
Hablemos del silencio, de la calidad del silencio que trae consigo, del silencio en que nos deja. Pero no el silencio del que te anula, sino ese que te obliga a confrontarte en cada molécula de tu existencia. ¿Es o no es el silencio poesía?
La luz. ¿Quién no ha visto luz en la poesía? ¿No es acaso la luz la que hace que los ojos vean la realidad frente a ellos? Sucede lo mismo en la literatura. Yo entendí muchas cosas de la vida a través de la poesía y es tal vez por eso que disfruto de la intimidad con ella.
No hay equivocaciones en la poesía. Dice lo que dice sin mediar preludios. Y si bien algunos versos, por mezquinos, abandonan el conjunto de cosas que llamamos poesía, para ponerse por delante creyendo así engañar a los sentidos, la poesía reclama y sabe hacerse extrañar.
A propósito de la poesía nueva del Siglo XX y, en especial, la de Neruda, Gabriela Mistral escribió entre sus notas para el diario El Mercurio de Chile, el 10 de diciembre de 1943, un hermoso texto titulado “Recado sobre Pablo Neruda”, del cual extraje para ustedes la siguiente frase:
“Finalidad racional y linda esta de interpretar el gesto y el andar de su tiempo, y revelarla a los del anterior, que por ser hijos de otro pulso temporal lo detestan con una manera de xenofobia...”
Así lo entendió entonces la poetisa chilena, la finalidad de “interpretar el gesto y el andar de su tiempo”. Dar luz, provocar silencio, hablarle al yo, del yo; tocar a otro con el tacto extendido de mis letras, saborear lo que el poeta tuvo en sus labios... ustedes dirán, pero yo digo que eso es poesía.
Y eso…
1 Comments:
Gracias, de Panamá a Santiago.
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