La Ventana de Trutruka

jueves, septiembre 28, 2006

Poesía urbana, lira popular

Se nos va urgente septiembre. Urgido por tanto homenaje y salud! Lejos resuenan ya las arpas, los chinchineros, los motores de los F 16 y las bandas en la Parada Militar, las cuecas. Ni rastro queda del olor a asados, empanadas, anticuchos y chicha.
Antes que septiembre se retire a descansar en paz por un año, no quisiera quedaran en el tintero esos poetas urbanos que, periodistas populares de su tiempo, abordaban con verso y grabados la vida cotidiana del Santiago de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.

Estos poetas olvidados por la literatura y la historia oficial plasmaban en la “lira popular” el día a día de la incipiente ciudad, a veces no muy decoroso. Al revisar las noticias abordadas cualquiera pensaría que poco agua ha pasado bajo el puente Mapocho: violencia intrafamiliar, asesinatos, la vida en los conventillos...aunque también hay versos de amor, de astronomía, de literatura, de religión…

Los titulares son elocuentes: “La sierpe aparecida en las Pallatas”, “El caballero que se suicidó en Trebulco”, “Contrapunto del diablo con la muerte”, “La mujer que se volvió culebrón”, “Sangriento drama en Las Condes”, “Doralisa destrozada por un asesino”, “Horroroso salteo en San Rafael”, “El dueño de casa muerto a balazos”, entre otros.

En hojas sueltas, el formato de la lira era de medio pliego, ilustrada con grabados y viñetas, con un promedio de seis composiciones en verso por hoja,; se vendía a viva voz, en lugares públicos como mercados y la estación de ferrocarril.

Muchas son las interrogantes que aparecen al abordar esta expresión popular, prácticamente desaparecida. Y a ello se aboca Marcela Orellana, doctora en Literatura y académica de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), en “Lira Popular. Pueblo, poesía y ciudad en Chile (1860-1976)”.

Qué es, de dónde salió este, “híbrido entre lo literario y la prensa, entre la oralidad y la escritura: ¿cómo surge este nuevo espacio de expresión para un emisor popular hasta entonces sin voz en la sociedad?, ¿cómo afecta al poeta popular de tradición oral la ciudad en transformación – de una aldea colonial a una ciudad moderna- donde se va diseñando un espacio y una vida urbana diferentes?...¿Por qué la ausencia de esta expresión en la historia canónica de la literatura chilena?”, son algunas de las preguntas que se hace la autora.

Más arriba decíamos que la lira estaba “prácticamente desaparecida”. Pero Marcela, corrige, precisa… en el capítulo “Lira popular en los años setenta: memoria y resistencia cultural”. La verdad es que eso da para otro posteo, porque si bien ésta había desaparecido como fenómeno de literatura popular en la década del 20 uno no puede sino preguntarse .¿por qué ha podido resurgir en determinadas condiciones históricas?
Un ejemplo: “La Lira Tricolor, de Pedro Pablo Trujillo, Derechos reservados. Número 27-8-76, Puchuncaví, Valor: un Hilton”, escrita en 1976 en el campo de concentración Melinka, ubicado en Puchuncaví, Quinta Región.
Curiosamente, esta historia no es ajena al intenso septiembre, mes de la patria, de alegría, jarana y de unos cuantos dolores. Vamos a la introducción:

El guasito amargao
Parece que hey comprendío
Que no soy el mismo de ante,
Debío al trato humillante
Que cualquiera a mí me dá,
Cuando ven que no soy ná
En este mundo falsante.


Y eso…

2 Comments:

At 8:50 a. m., Anonymous Anónimo said...

Te sugiero brindes un recuerdo a Fidel Sepúlveda, fallecido el jueves pasado, profesor de la UC y gran cultor de las tradiciones poéticas del pueblo.

Un abrazo desde la Frontera,

Toño

 
At 3:54 a. m., Anonymous Anónimo said...

hay alguien por aqui?

 

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