La Ventana de Trutruka

lunes, mayo 29, 2006

Si no hay justicia...hay funa!

"Oficiales, oficiales,
tenéis mucha valentía,
veremos si sois valientes
cuando llegue vuestro día".

"Dicen que la patria es", de Chicho Sánchez Ferlosio

Con la consigna "si no hay justicia...hay funa", el 25 de mayo, un nutrido grupo de personas se hizo presente en el Edificio del Ministerio del Trabajo para encarar, desenmascarar y funar al ex teniente Edwin Dimter Bianchi, alias "El Príncipe", quien es sindicado como el autor material de las torturas y muerte del cantautor y director de teatro chileno Víctor Jara, a cinco días del golpe militar en 1973. Dimter, actualmente, se desempeña como jefe del Departamento de Control de Instituciones de la Superintendencia de AFP.
En la oportunidad, un grupo de 15 personas, incluyendo a la hija del artista, Amanda Jara, subió hasta el piso 14 para abordar al ex militar, produciéndose un enfrentamiento directo.
Como se puede apreciar en la fotografía, El Principe se desencajó. Habrá recordado aquella canción de la Revolución Española: "Oficiales, oficiales,/ tenéis mucha valentía,/ veremos si sois valientes/ cuando llegue vuestro día".
El 11 de septiembre de 1973, durante el golpe de estado que acabó con el gobierno del presidente Salvador Allende e instauró la dictadura militar de Augusto Pinochet, Víctor Jara se dirigió a la Universidad Técnica del Estado (UTE), junto a otros profesores y alumnos para manifestar su repudio al nuevo régimen. De allí fue trasladado al Estadio Chile, donde fue brutalmente torturado.
Al respecto, la página www.redh.org de la Red Solidaria por los Derechos Humanos, reproduce el testimonio del abogado Boris Navia sobre el asesinato de Víctor Jara, leído en la inauguración de una escultura de Víctor en el frontis de la Casa Central de la actual Universidad de Santiago (ex UTE).
En 1990 la Comisión Verdad y Reconciliación determinó que Víctor Jara fue acribillado el 16 de septiembre de 1973 en el Estadio Chile y arrojado a unos matorrales cerca de la Carretera Sur. Luego llevado a la morgue como NN, donde más tarde fue identificado por su esposa. Sus restos descansan en el Cementerio General de Santiago de Chile.
Como homenaje, a 30 años del Golpe Militar, en septiembre del 2003 se puso su nombre al Estadio Chile
Estando preso escribió su último poema y testimonio.



Somos cinco mil

"Somos cinco mil aquí,
en esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil.
¿Cuántos somos en total
en las ciudades y en todo el país?
Somos aquí diez mil manos
que siembran y hacen andar las fábricas.
¡Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror, locura!
Seis de los nuestros se perdieron
en el espacio de las estrellas.
Un muerto, uno golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores,
uno saltando al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra el muro,
pero todos con la mirada fija en la muerte.
¡Qué espanto causa el rostro del fascismo!
Llevan a cabo sus planes
con precisión artera sin importarles nada.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es acto de heroísmo.
¿Es éste el mundo que creaste, Dios mío?
¿Para esto tus siete días de asombro y de trabajo?
En estas cuatro murallas sólo existe
un número que no progresa,
que lentamente querrá más la muerte.
Pero de pronto me golpea la conciencia
y veo esta marea sin latido
y veo el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona
lleno de dulzura.
¿Y México, Cuba y el mundo?
¡Que griten esta ignominia!
Somos diez mil manos menos que no producen.
¿Cuántos somos en toda la patria?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas.
Así golpeará nuestro puño nuevamente.
Canto, qué mal me sales
cuando tengo que cantar espanto.
Espanto como el que vivo,
como el que muero, espanto
de verme entre tantos y tantos
momentos de infinito
en que el silencio y el grito son las metas
de este canto.
Lo que nunca vi
lo que he sentido y lo que siento
hará brotar el momento..."


Y eso…

2 Comments:

At 11:46 p. m., Anonymous Anónimo said...

¡Qué foto más decidora! es difícil esto de andar con "sed de justicia", se hace agüita la mente, las manos y la emoción, unos actúan y terminan con todo, y los demás...esperando el día ...esperando-esperanza, yo creo que ese día existe y no me importa si no lo ven estos mis ojos de carne, existe.

 
At 6:07 p. m., Anonymous Anónimo said...

Cariño,lo tengo super claro,Víctor fue torturado y asesinado junto a mi cuñado Litre Quiroga.Ambos aparecieron botados en el Zanjón de la Aguada. Gracias a que se trataba de Victor pudimos saber de Litre,y enterrarlo,sin ser un desaparecido más....
Un abrazo

 

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