“Manolo” y “Las Autónomas"
“Las Autónomas" se llama una brigada de bravas mujeres muralistas de la Población La Victoria de Santiago, que con brochas enfrentan a esposos agresores. Ellas se mantienen en pie de guerra contra la violencia intrafamiliar, aunque eso les signifique ser insultadas por hombres mientras pintan. Ellas siguen, para crear conciencia social.
Reproduzco una entrevista que les hiciera la periodista Mónica Nanjarí, el pasado 4 de febrero, en el diario Las Últimas Noticias.
“Hace cuatro años, Vicky Martínez era una más de las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar. Su caso pudo ser igual al de muchas chilenas que sufren en silencio, pero esta corajuda madre de 34 años no sólo echó al agresor de su hogar, sino que tomó unas cuantas brochas, un tarro de pintura y salió de su casa, en la población La Victoria, para colorear paredes junto a la brigada muralista "Las Autónomas".
A partir de ese momento, pintar se convirtió en la mejor terapia para olvidar los golpes e insultos que la acompañaron durante diez años. Ahora, esta mujer siente como cada pincelada la libera y fortalece cada día."Es mi forma de denunciar a la sociedad un problema que es de todos. Para nosotras es necesario actuar, crear conciencia", dice Vicky, una de las más movidas del grupo y encargada de crear las frases a plasmar en los muros.
En sus comienzos, el grupo -integrado por féminas agredidas y otras con matrimonios felices- se hizo conocido por pintar mensajes de denuncia en las murallas de las casas donde se vivía violencia física y psicológica. Eso las consolidó como equipo, pero también las hizo blanco de insultos masculinos.
-¿Cómo se enteran de que tal vecino le pega a su mujer?
-Por lo general nos llegan comentarios de las mismas vecinas y aunque no son denuncias directas, cuando comenzamos a pintar se nota al tiro quiénes son las víctimas y quiénes los agresores. La idea es que las personas se sientan muy identificadas, tanto que se den cuenta a quien está dirigido el mural. De esta forma el golpeador tiene que ver el dibujo cada vez que salga a la calle, enrostrándole su cobardía.
-¿Y cuál es la reacción de esos hombres?
-Varias veces nos han insultado los mismos agresores u otros hombres mientras estamos pintando. Pero seguimos con más ganas. De hecho una vez hicimos un mural que duró sólo dos días porque el mismo golpeador le pagó a unos grafiteros de la población para que lo rayaran.
Nuevas manos
"No van a durar mucho". Esa fue la despedida de las tres integrantes más antiguas de "Las Autónomas" cuando hace unos tres años se separaron del grupo, ya que las seis chicas que quedaban no tenían experiencia en trazar dibujos ni lidiar con hombres. Pero juntas le echaron para adelante y pintaron el mural conmemorativo al padre Andre Jarlan. "Quedó precioso y nos llenó de orgullo", recuerda Vicky.
Desde aquel instante, la tropa femenina expandió sus límites. Tanto así que postularon a un proyecto en una ONG, lo ganaron y hoy realizan talleres de pintura en las comunas de Lo Espejo y La Reina para sumar mujeres muralistas a la iniciativa. En marzo juntas pintarán un gran mural, a modo de titulación, en la calle principal de La Victoria.
-¿Cuál es tu sueño en esta lucha?
-Entregar nuestra experiencia a mujeres de todos los rincones de la ciudad y acabar con ese sufrimiento, que yo misma conocí”.
Al leer esta noticia, me acordé del minicuento “Manolo” que me envió Luz Cristina Chau, desde Ciudad de Panamá. El texto fue publicado en el diario La Prensa. A considerar su estructura y, sobre todo, su toque de demencia. Al decir de su autora, “son 168 palabras de puro llanto contenido”.
Manolo
Pronto llegará Manolo e iremos a comer. Será divertido. Seguramente querrá cambiarse de ropa y lavarse la cara antes de salir. Tal vez deba esperarlo vestida para que no se arrepienta. Me he maquillado para que no se sienta mal por verme el moretón en el ojo, puede pensar que lo hago a propósito para culparlo. Me ha pedido disculpas como la otra vez, pero ahora lo sentí sincero.
Ha llegado Manolo. Está iracundo, quién sabe por qué. Se me ha quedado viendo con rabia, dice que qué hago vestida como una puta, que si no veo lo ridícula que estoy, que parezco un arlequín. Yo le recuerdo que íbamos a salir. Ahí viene su mano.
Se ha marchado Manolo. Se lo llevó la ambulancia esta mañana. Vomitó toda la cama y el piso del cuarto. Me pidió ayuda, pero antes tuve que limpiar para que luego no se fuera disgustar con el desastre. Cuando se calmó intenté darle más sopa, pero no pudo. Ya era suficiente raticida.
Y eso...
2 Comments:
Quizás el raticida sea lo más efectivo...
Mas ver a un grupo de mujeres alzar sus banderas de lucha en esta sociedad tan poco idealista, nos da esperanza a los jóvenes que seguimos soñando con un mundo mejor.
PUCHAS QUE HAN CAMBIADO LAS COSAS. LO QUE ME ALEGRA ENORMEMENTE, YA ERA HORA QUE ESE TIPO DE VIOLENCIA SE DENUNCIE, Y QUE EXISTA REALMENTE SOLIDARIDAD ENTRE LAS MUJERES...HACE 30 AÑOS ESO NO SE VEIA, Y LO MAS TRISTE QUE INCLUSO SE VIVIA EN LOS PARTIDOS Y CON COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS SUPER REVOLUCIONARIOS...
Publicar un comentario
<< Home