La Ventana de Trutruka

martes, enero 03, 2006

El gigante dormido está despertando

Cuando aún está fresca la victoria de Evo Morales y el Movimiento al Socialismo en Bolivia, victoria para muchos sorpresiva, victoria no bien comprendida a causa de visiones interesadas que mediáticamente nos bombardean, recibo esta larga carta del amigo Víctor Luis Reinaga, abogado de La Paz, en que recorre la historia boliviana, remontándose a 1980, fecha en que casi se recuperó la democracia después de sucesivos gobiernos militares. El texto es largo, cerca de cuatro carillas; es parte de la historia contada desde otra vereda. Queda a vuestra disposición.
“ Queridos amigos:
A ustedes que cuando mi país estaba convulsionado y mi pueblo levantado y
masacrado, me manifestaron su preocupación, ofrecieron su solidaridad,
pensando que podía resultar víctima de la situación, les debo una
explicación de lo que ha pasado aquí con las últimas elecciones en Bolivia.

Antes, es necesario que sepan que luego de recuperar la democracia de manos
de los militares, una coalición de izquierda -MNRI, MIR y PCB- Unidad
Democrática Popular llegó al gobierno por elecciones efectuadas en 1980 con
el 38 % de los votos, pero no fue posesionado por el golpe militar (julio
1980) del Sr. García Mesa que ahora está en la cárcel por ladrón y asesino; sólo lo logró
después de que el pueblo derrotara al golpista en 1982.

Pero las fuerzas populares, como ocurrió con el Gral. Torres en 1971, exigieron
demasiado y debilitaron tanto al gobierno del Sr. Hernán Siles que tuvo que
acortar su mandato, porque no pudo contener la inflación, atender las
reivindicaciones populares ni detener la conspiración de la derecha.

Entonces, las denominadas fuerzas "democráticas" suscribieron un pacto y
convocaron a elecciones que ganaron los resabios de la dictadura con Acción
Democrática Nacionalista y el ex dictador Banzer, alcanzando el 32% de los
votos; no tomó el gobierno porque el MNR, con sólo el 30 % ,logró capitalizar
otros apoyos y Víctor Paz fue proclamado en el Congreso con el apoyo de Hugo
Banzer y Jaime Paz, iniciando un período de "estabilidad democrática" con
un violento giro a la derecha desde agosto de 1985, con la implantación de un
ajuste económico, de flexibilización laboral, debilitamiento del Estado,
fortalecimiento de la empresa privada y la implantación del neoliberalismo.

En las elecciones de 1989 gana el MNR con el 25,6 %, le sigue ADN con el
25,2 % y el MIR con el 21,8 % . Por pactos de gobernabilidad, resulta electo
Presidente en el Congreso Jaime Paz, es decir el tercero, que sigue con la
política neoliberal y la democracia pactada que, en definitiva, era la
corrupción institucionalizada.

En 1993 las elecciones dan para el MNR ( Gonzalo Sánchez de Lozada) 35,5 %,
ADN y MIR juntos como Alianza Patriótica alcanzan al 21 %, surgen dos
partidos populistas UCS con 13,7 % y CONDEPA con 14,2 % y esta vez llega a
la Vicepresidencia el primer indio Sr. Víctor Hugo Cárdenas. El Congreso
ratifica la primera mayoría y es el tiempo en que varios ex izquierdistas
cooperan con este gobierno que aprueba la Ley de la Participación Popular
junto con varias privatizaciones que desmantelan el Estado.

En l997 gana las elecciones con el 22,2 % ADN (Banzer) y para gobernar
constituye la denominada megacoalición con la participación del MIR 16 %,
CONDEPA 17 % y UCS 16%; siguen la política neoliberal y el desmantelamiento
del Estado. El MNR obtuvo el 18,2 % de los votos y la IZQUIERDA UNIDA, en
cuya lista fue Evo Morales como diputado, obtuvo el 3,7 % de los votos. A
partir de esta gestión, el período presidencial es de cinco años. Banzer
murió, le sucedió su vicepresidente Jorge Quiroga Ramírez que cumplió la
gestión y se fue a Estados Unidos donde trabaja como funcionario
internacional.

En el año 2002 vuelve a postularse Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni) por el MNR,
alcanzando el 22,4 % de los votos. Es cuando el Movimiento al Socialismo va
sólo con Morales como candidato y obtiene el 20,94 % de los votos ¡¡toda una
sorpresa!! En el Congreso se alían el MNR, el MIR con 16,3 % y la Nueva
Fuerza Republicana con el 20,91 %, eligen a Goni como Presidente y a Carlos
Mesa como vicepresidente. El MAS gana 27 diputados de los 130 y 8 senadores
de los 27; su representación en el parlamento se da con líderes indios,
dirigentes de movimientos sociales e intelectuales de izquierda que no
habían claudicado. El partido Movimiento Indio Pachacuti con Felipe Quispe,
de posiciones radicales, obtuvo el 6 % de votos y cinco diputados.

Hubo elecciones municipales en diciembre de 2004, el MAS obtuvo un 18,48 %;
con medio millón de votos ganó 453 concejalías, y 102 de las 327 alcaldías,
el aparente bajo porcentaje se debe a la dispersión de votos por la
participación de muchas organizaciones ciudadanas que ideológicamente son
concurrentes con las posiciones indígenas.

En los hechos, la democracia pactada funcionó por 20 años con los tres
partidos neoliberales y sus jefes que se sucedieron en el gobierno, como
nunca obtenían mayoría, mediante pactos, se alternaban y compartían
corruptamente el poder y basaban su legitimidad en que ellos constituían la
clase política, convirtiendo la función pública o la representación
parlamentaria en una profesión y, para el colmo, incluso hereditaria. La
izquierda dividida no pudo rearticularse, la Central Obrera Boliviana perdió
su combatividad, se corrompieron los movimientos obreros, los indios se
dividieron, pero movimientos sociales como los productores de coca que
combatían la erradicación, los cooperativistas mineros que defendían sus
fuentes de trabajo, las juntas vecinales que pedían servicios básicos,
coordinadoras que luchaban por el agua potable y de riego, desocupados que
buscaban jubilación o fuentes de trabajo, agricultores sin tierra que
intentaron tomarse haciendas improductivas, se fortalecieron y luego del
éxito de la coordinadora del agua en Cochabamba que expulsó a la
transnacional con una cruenta lucha que cobró víctimas fatales, surgió la
lucha popular por la defensa del gas que llega a los países vecinos, pero no
a los hogares de los bolivianos.

La población de El Alto de La Paz inició un movimiento en defensa del gas,
en octubre de 2003, los bloqueos indígenas fueron reprimidos, se agudizó la
lucha y como resultado Goni tuvo que huir del país. Le sucede su vicepresidente Carlos
Mesa con el compromiso de convocar a un Referéndum sobre el Gas y
a la Asamblea Constituyente. Mesa mostró su disposición para gobernar sin el MNR,
tuvo contradicciones con el parlamento; por su parte, el comité cívico de Santa Cruz pedía
autonomía, hizo recolección de firmas para que los prefectos se elijan en
votación directa y su sector más reaccionario planteó el separatismo con la
creación de la Nación Camba, que excluía a occidente.

En junio de 2005, después de que Mesa no promulgara la Ley de Hidrocarburos,
por no estar de acuerdo con el nuevo régimen impositivo y la obligación de
revisar los contratos con las empresas petroleras que tenían que someterse a
la nueva Ley, presenta su renuncia a la presidencia. Para considerarla, y en
franca recuperación, las fuerzas oligárquicas y de la extinta megacoalición
convocan a reunión de Congreso en Sucre ( su sede es La Paz), pero
campesinos y mineros sitian la ciudad y advierten que no aceptarán que
ninguno de los presidentes de las cámaras asuma la presidencia de la
República.

Luego de diversas maniobras que mostraron la terrible corrupción
interna y por la presión social con un minero muerto, se posesiona como
Presidente al último personaje de la sucesión constitucional, el Presidente
de la Corte Suprema, con el mandato de convocar a elecciones generales,
reduciendo incluso el tiempo de gestión de los Congresales. Se convoca a
elecciones para el 4 de diciembre pero maniobras de diverso tipo para su
fracaso sólo lograron su postergación para el 18 del mismo mes, los oligarcas de
Santa Cruz admitieron la postergación del referéndum sobre la autonomía
porque también se convocó a elección de prefectos.

La campaña electoral estuvo marcada por una asquerosa guerra sucia desatada
por Quiroga que volvió de Estados Unidos para ser candidato cambiando la
sigla de su partido ADN por el de una agrupación ciudadana PODEMOS. Primero
las encuestas lo favorecían ampliamente, luego fueron bajando sus
expectativas y subiendo las del MAS, en general los encuestadores y
analistas no esperaban un triunfo contundente de ninguno y dependía de la
cantidad de parlamentarios que podían obtener y de los acuerdos
postelectorales, o sea la aplicación del viejo mecanismo.

Un proceso de descolonización está en marcha, empezó con la Reforma Agraria
de 1952 y el gradual esclarecimiento y toma de conciencia, los indios y los
pobres empezaron a votar por sus iguales, por los suyos, por ellos mismos y
hoy este es el resultado: 53,73 % para el MAS y Evo Morales, se superó el 50 % y ya no se necesita la intervención del Congreso donde también se ha
ganado 72 de los 120 diputados y 12 de los 27 senadores (PODEMOS tiene 13).
Se ganaron 3 de las nueve prefecturas.
Ahora se plantea el problema de la gobernabilidad, no hubo la corrida
bancaria anunciada, los organismos habitualmente portavoces de la
oligarquía, han bajado la guardia y reciben a Evo en sus reuniones; sólo la
embajada norteamericana instruyó a sus ciudadanos que se vayan o no vengan a
Bolivia, todos los demás organismos de ayuda, ONGs, etc. que esperaban otros
resultados siguen a la expectativa, en general las perspectivas son
halagüeñas.

Nuestro problema es interno, parece que no entendemos aún que el cambio por
el que hemos votado implica que también debemos cambiar nosotros y hacer que
cambien su política nuestros sindicatos, juntas, asociaciones, grupos,
movimientos sociales; aún no hemos asumido que se trata de nuestro gobierno,
de las mayorías, de la izquierda, de los pobres y los indios y que la
historia pone en nuestras manos un instrumento que si lo utilizamos bien nos
acercará a la utopía por la que hemos luchado siempre. Existe la esperanza
de que los viejos líderes sociales acostumbrados a las peticiones con
amenazas, a las tomas y los bloqueos, sean superados, despertados por las
masas que saben que no es el tiempo de exigir sino de contribuir, tenemos la
oportunidad de ejercer la soberanía plena sobre nuestros recursos, hemos
abierto el camino por la vía democrática, nadie puede objetarnos pero
tenemos la inmensa responsabilidad de hacerlo bien. Creía, junto a otros, que
"el poder nacía del cañón del fusil" y vemos que el poder político aquí nace
de las urnas, como el poder económico no está en nuestras manos, nos
corresponde hacer que el Estado soberano recupere su capacidad de controlar
al capital y marchar por la vía de la justicia social a la solución de los
problemas del desempleo, la pobreza, la educación, la salud, el
analfabetismo y la corrupción.

Hay en la población, en general, un gran optimismo, sectores intelectuales de
la clase media apoyan y dicen haber votado por el cambio, el año nuevo ha
sido una fiesta de esperanza, hay una enorme confianza. El resultado de las
elecciones es una respuesta a la podredumbre a que llegaron las castas
dominantes que han gobernado la República desde su creación, porque
heredaron las tierras y minas de sus padres españoles que fueron expulsados
con la guerra de la independencia, pero manteniendo su mentalidad colonial y
forjando su poder económico con la explotación de los indios a los que
negaron derechos ciudadanos por más de cien años.

Ahora el gigante dormido está despertando”.


Firma mi amigo, Victor L. Reinaga C.

Eso...