La Ventana de Trutruka

miércoles, noviembre 02, 2005

Minicuenteando en el Metro




Para algunos, andar en Metro, es una rutina fatigosa; por muy veloz que sea, sin grafittis, inmaculado, sin mendigos ni comercio ambulante entre los carros. Para Michel Quoist, cura obrero francés que escribió “Oraciones para rezar por la calle”, una experiencia colectiva redimidora... “prefiero salvarme con todos, en Metro, que salvarme solo, en taxi”.
Pero ése es otro tema.
Del Metro, me gustan los minicuentos que escriben sus pasajeros. Se pueden leer en las estaciones, aunque también los han editado en minilibros inencontrables.

De muestra, dos de ellos, año 2001.
El primero, de Carmen Friedli, 58 años, de la comuna de Las Condes, logró Mención Honrosa.

BOHEMIO

Traía la noche santiaguina
pegada a las suelas,
por eso lo hice
limpiarse muy bien los zapatos
antes de dejarlo entrar a mi vida.




El Primer Lugar lo obtuvo Alex Peraita, 40 años, de la comuna de San Miguel.

El Parque



Un día, como a los 8 años, caminaba con mi padre hacia el Parque O'Higgins.
Me sentía muy alegre, porque él no acostumbraba a sacarme a pasear.
Cruzando San Ignacio, se detuvo un auto con un señor de bigotes. A su lado,
una rubia princesa. Ella me sonrió, después se alejaron. Mi padre me dijo
"¿Qué miras? Olvídalo. No son como nosotros". Y me apuró del brazo. Después
se desvió al primer bar que encontramos, pidió una cerveza para él y una
Bilz para mí. Luego se tomó otra y otra. Nunca llegamos al parque.



Eso...