La Ventana de Trutruka

jueves, septiembre 29, 2005

Katrina, una lección gerencial


Hace un mes todo el mundo se sorprendió por la tragedia ocurrida en Nueva Orleáns a causa del devastador huracán Katrina. Qué cosas no se escribieron, sobre todo por la desidia, indolencia y pusilanimidad mostrada por la administración Bush hijo. Estados Unidos no sólo desnudó su pobreza; también revivió el temor racista, se habló abiertamente de desprecio porque los damnificados eran de raza negra. Tirón de orejas para Condolezza Rice que mientras sus hermanos de raza sobrevivían en los techos en Nueva Orleáns, ella paseaba por la Quinta Avenida de Nueva York comprando zapatos exclusivos. Es que la primera democracia del mundo es una caja de Pandora. Da para todo.
A propósito de racismo, cómo explicarse las opiniones de Bill Bennett, secretario de Instrucción en el gobierno de George Bush padre, quien expresó que abortar niños negros reduciría el crimen en las calles de Estados Unidos. Lo dijo, sí, en el programa "Morning in America" que se emite por Salem Radio Network: "Si queremos reducir el crimen, si ello fuera nuestro único objetivo, bastaría con abortar cada niño negro de este país y la tasa de criminalidad descendería".
Volviendo al huracán, decía que las opiniones sobre los efectos del huracán son muchas. A modo de ejemplo, ésta: ”Katrina, nos muestra al país más poderoso de la tierra con grandes debilidades al resolver sus propios problemas: cuando se muestra tan solícito en resolver los problemas de los demás, llámese ahora: Irak, Afganistán... Despliega todo su poderío de primera potencia mundial
pretendiendo arreglar los conflictos de fuera pero aparece vergonzosamente indefenso en resolver los problemas de su casa en New Orleans. El mundo está atónito no sólo por los devastadores efectos del huracán, sino por lo que dicho huracán desnudó, muestra a la primera potencial del orbe, convertida en el más bajo de los países tercermundistas. Cuidado líderes y gerentes del mundo: recuerden que al mejor panadero se le quema el pan en la puerta del horno.”
Quien así se expresa es el sociólogo, psicólogo y consultor gerencial Silvio Franco Aristizábal (Correo electrónico:presidente@ejecutivosymarketing.com). En su análisis “Katrina, una lección gerencial”, plantea que: “El buen líder igual que un gerente no puede vivir de las glorias del día anterior, pues le cogerá la noche sin planear las estrategias de mañana. Los exitosos gerentes como los colosos del norte no pueden seguir creyendo que su historia gerencial exitosa garantiza eternamente su reinado. Ya lo comprobamos desde el 11 de septiembre en New York, y ahora en New Orleáns, cómo los gringos se tornaban indefensos ante
los devastadores efectos del odio acumulado de la humanidad contra ellos y de la misma naturaleza rebelde haciendo poner en ridículo al país más grande de la tierra”.
Desde la óptica gerencial, Aristizábal hace recomendaciones a los gringos y a los no gringos también: “ El líder como el gerente debe tener la humildad del principiante que cada día inicia su jornada como si comenzara de nuevo, es el secreto para mantener joven y actualizada una gerencia. Los líderes como los gerentes tienen que aprender que hay que gerenciar su propia casa, porque por allí comienza la gerencia y el liderazgo exitosos. Cabe acá parodiar la frase bíblica ‘la gerencia comienza por casa’, el liderazgo también: quiera Dios que la lección la aprendan los gringos pero nosotros también... cuántas veces los gerentes damos normas, exigimos comportamientos, actitudes, que son ajenos a nosotros mismos. ‘Vemos la paja en el ojo ajeno pero descuidamos la viga en el ojo propio’.”
Y las sugerencias siguen: “ Ser líder es, precisamente dar ejemplo y no sólo criticar. Ser líder es respetar la responsabilidad de cada uno de los miembros de su grupo sin suplantarla por creer que uno como gerente o como líder lo hace mejor. Ser un gerente líder: es dialogar para evitar la discusión y consultar con su grupo al tomar una determinación. Ser líder es hacer que todos verbalicen sus obligaciones y compromisos evitando presentarlos como edictos o memos gerenciales. Ser líder es comprometer a cada uno con su función antes de asignarle su responsabilidad. Ser líder es explotar de cada colaborador sus cualidades y aptitudes y ayudarles a amainar su limitaciones y defectos. Ser líder es preguntar cómo lo arreglamos y no quién es el culpable. Ser líder es conocer primero las debilidades y fortalezas de su gente antes de emprender los correctivos de las debilidades de su empresa”.
Así concluye Aristizábal: “ Ser líder es nunca perder el control, aunque el barco esté zozobrando. Ser líder es no ir tan delante de todos, pues se puede quedar solo; ni tan atrás que le cojan la delantera. Ser líder es estar en todo y con todos, y aunque su presencia aparezca imperceptible, sea la más notoria cuando surja una crisis”.
Eso...

1 Comments:

At 11:48 p. m., Blogger tallarin cervecero said...

buen blog,interesantes articulos y mas encima chileno.ja,ja,ja.saludos desde santiago.
marcelo.

 

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