¡De qué callada manera!
Mientras Pablito Milanés iniciaba su recital, el viernes pasado, entonando los versos de “Vengo naciendo" -“acabo de tener revelaciones, que me hacen joven hasta la muerte, ya para siempre agradeceré vivir”,- yo, encaramado en las graderías del Court Central del Estadio Nacional, me moría de frío por dármelas de lolo y ser el único fans que andaba de polera de manga corta. “No tengo que temer nuevos fracasos, siempre habrá un espacio para recomenzar”, continuaba Pablito, él arropado, claro.
García Márquez lo llama Pablito y asegura que él lleva consigo la música a cualquier lugar donde se encuentre, sólo para que sus amigos del mundo entero se reúnan a cantar. “Hoy sé que no hay felicidad más pura que la felicidad de cantar”, dice don Gabo. Y es veldá! Y en eso anduvimos.
Quizás no a todo pulmón, pero balbuceamos “ La soledad inventa la más bella aparición, remueve los rincones del corazón, para quedarse sola, la soledad, con su niñez, su mocedad, con su vejez, para llorar, para morir en soledad”. O esta otra perlita: “Si ella me faltara alguna vez, nadie me podría acompañar, nadie ocuparía ese lugar que descubro en cada amanecer, si me faltara alguna vez”.
Y a lo que los chilen@s llamamos exilio, Pablo titula Éxodo, y no le hace el quite cantar a Pepe, Juan, Hildita, Vladimir y Tomás, quienes, por diversas razones, debieron abandonar la isla:
“¿Dónde están los amigos que tuve ayer? ¿Qué les pasó? ¿Qué sucedió? ¿A dónde fueron? Qué triste estoy...
¿Dónde están ? Quiero verlos para saber que soy humano, que vivo y siento por mis hermanos y ellos por mí. Donde estén un saludo para decir que los he amado y he deseado más de una vez verlos conmigo aquí morir".
En un momento del recital, lo acompañó la hija de Yolanda, sí, aquella de “ tú me desnudas con siete razones, me abres el pecho siempre que me colmas de amores, de amores, eternamente de amores”. Que también es su hija, me cuentan. Y juntos cantaron “Tristeza”, de Milton Nascimento dijeron, pero yo creo que es de Sergio Mendes.
“Qué sentido tiene ese tema, preguntó Gabriel Ignacio, si todas sus canciones son tristes?”
Y en “Identidad” se dirige a los jóvenes: “me sumo a tu locura callejera, a tu inconformidad con lo ya hecho y siempre igual que tú, pondré mi pecho para tomar el rumbo que tú llevas”.
García Márquez lo llama Pablito y asegura que él lleva consigo la música a cualquier lugar donde se encuentre, sólo para que sus amigos del mundo entero se reúnan a cantar. “Hoy sé que no hay felicidad más pura que la felicidad de cantar”, dice don Gabo. Y es veldá! Y en eso anduvimos.
Quizás no a todo pulmón, pero balbuceamos “ La soledad inventa la más bella aparición, remueve los rincones del corazón, para quedarse sola, la soledad, con su niñez, su mocedad, con su vejez, para llorar, para morir en soledad”. O esta otra perlita: “Si ella me faltara alguna vez, nadie me podría acompañar, nadie ocuparía ese lugar que descubro en cada amanecer, si me faltara alguna vez”.
Y a lo que los chilen@s llamamos exilio, Pablo titula Éxodo, y no le hace el quite cantar a Pepe, Juan, Hildita, Vladimir y Tomás, quienes, por diversas razones, debieron abandonar la isla:
“¿Dónde están los amigos que tuve ayer? ¿Qué les pasó? ¿Qué sucedió? ¿A dónde fueron? Qué triste estoy...
¿Dónde están ? Quiero verlos para saber que soy humano, que vivo y siento por mis hermanos y ellos por mí. Donde estén un saludo para decir que los he amado y he deseado más de una vez verlos conmigo aquí morir".
En un momento del recital, lo acompañó la hija de Yolanda, sí, aquella de “ tú me desnudas con siete razones, me abres el pecho siempre que me colmas de amores, de amores, eternamente de amores”. Que también es su hija, me cuentan. Y juntos cantaron “Tristeza”, de Milton Nascimento dijeron, pero yo creo que es de Sergio Mendes.
“Qué sentido tiene ese tema, preguntó Gabriel Ignacio, si todas sus canciones son tristes?”
Y en “Identidad” se dirige a los jóvenes: “me sumo a tu locura callejera, a tu inconformidad con lo ya hecho y siempre igual que tú, pondré mi pecho para tomar el rumbo que tú llevas”.
El Court Central y el frío de la noche impidieron que el espectáculo fuera más íntimo. No ví lágrimas con el “ Y ahora ya ves lo que pasó, al fin nació, al pasar de los años, el tremendo cansancio que provoco ya en ti”; sí un poco más de emoción al entonar “ yo vendré del desierto calcinante y saldré de los bosques y los lagos, y evocaré en un cerro de Santiago a mis hermanos que murieron antes”. Hubo más: "Ya se va aquella edad"; "Paloma ausente", de Violeta Parra, guiño para el público chilensis; se echó de menos "a todo dices que sí, a nada digo que no".
Hora y media de recital acompañado de músicos virtuosos, y por más que, desde las empinadas y populares graderías, nos desgañitamos coreando “no nos vamos ni cagando”, hubo un solo bis.
Comienza febrero, mes de la poesía, del amor y carnavales. ¡Qué rápido se nos fue enero! es que el tiempo pasa... Y para los que salen a vacaciones, este poema de Nicolás Guillén, musicalizado por Pablo Milanés. Cómo no!
De qué callada manera
¡De qué callada manera
Comienza febrero, mes de la poesía, del amor y carnavales. ¡Qué rápido se nos fue enero! es que el tiempo pasa... Y para los que salen a vacaciones, este poema de Nicolás Guillén, musicalizado por Pablo Milanés. Cómo no!
De qué callada manera
¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo
como si fuerala primavera!
(Yo, muriendo).
Y de qué modo sutil
Y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.
¿Quién le dijo que yo era
¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuerala primavera?
(No soy tanto).
En cambio, ¡qué espiritual
En cambio, ¡qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!
¡De qué callada manera
¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo
como si fuera la primavera!
(Yo, muriendo).
Y eso...
Y eso...
6 Comments:
Pablo Milanés y Silvio, los conocí como muchos de nosotros, de cassettes en casettes, en aquella época donde ambos se confundían... en medio de una vida como entregada a esas sensación de vivir en el medio de nada , pero sintiendo que hacíamos algo que quedaría en la memoria de muchos...
No se... eso de Yolanda, me hizo recordar la primera vez que fui a un recital de Pablo, en el estadio Sokol, llegué tarde y cuando entré estaba todo silencioso, y cuando caminaba a mi asiento donde me aguardaba mi amor cómplice, los acordes de "Yolanda" me hicieron "volar" hasta otros amores aún más cómplices y soñadores...
Saludos amigo...
Gracias, por esas siempre palabras gratas para mis oidos y para el corazoncito.
Gracias miles por tus posteos periódicos.
Pablito también vino a cantar a Temuco, el domingo en la noche, coincidiendo con el aniversario 65 de mi fiesta natal, fué el regalo soñado de este "vengo naciendo".
Un hora de magia, de sueños ya idos, pero "todavía quedan restos de humedad" y muchas razones "para vivir".
Toño , de La Araucanía.
Sergio, y cómo siguen vigentes Pablo y Silvio! O será pura nostalgia? Más acentuada en Australia? Te aseguro, en todo caso, que allí habíamos muchos amores, estábamos todos los amores, incluso los amores cansados. Pura vida, como dicen los ticos. Es que , como dice Silvio, “La cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes. Los amores cobardes no llegan a amores, ni a historias, se quedan allí. Ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar”.
ve vos...y yo ayer hablando de esa misma canción....
Poeta donde los haya. No sé quién me emociona más, si el Pablo Milanés, o tú con tu relato de como te lo volviste a encontrar, haciéndote el cuerpecito gentil en mangas de camiseta .
Leerte y leer escuchando a Pablo me ha inspirado, a pesar de que no sé escribir. Pero la edad hace de la necesidad virtud.
Aunque elegí morirme aquí, la nostalgia forma parte de mí. Puede que de ella surjan, a veces, palabras que pretenden convertirse en poesía. Ahora le robo a Pablo el primer verso . La nostalgia me ha empujado un poco más.
De qué callada manera
nos guardamos pensamientos
A pesar del sentimiento
que del inconsciente arranca
Si el sentir nos da existencia
La razón donde aparece.
Donde el afán que la mueve
Si el corazón siempre arrecia
De qué callada manera
te digo que me haces falta
Cuando te miro a los ojos
sin nombrar eso que siento
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