Opera en el desierto
Más de trescientas personas llegaron hasta la ex oficina salitrera y ex campo de concentración Chacabuco, en medio del desierto, a escuchar el concierto lírico de la mezzosoprano Ilia Aramayo Sandivari, acompañada de la Orquesta de Cámara Juvenil del Liceo experimental Artístico, LEA.
En el antiguo y a a mal traer teatro, fue emocionante escuchar trozos de óperas como La Habanera, Sansón y Dalila, o la conmovedora aria “Sposa son disprezzata”.
Desde un proscenio desvencijado, para Ilia esta presentación tenía un valor especial como hija nacida en María Elena, última oficina salitrera que funciona en el país y que está ubicada a poco más de 40 kilómetros de Chacabuco.Muchos pampinos rememoraron antiguos tiempos en que compañías de teatro o cantantes de ópera se presentaban en esos teatros salitreros, hoy abandonados y olvidados; y, muchas veces, depredados por piratas del pino oregón.
Participar de este evento me emocionó hasta las lágrimas y, a ratos, me puso los pelos de punta.
Bien por todos aquellos que promueven la cultura. Hay que reconocer que es una excelente volada esto de traer la ópera a un escenario que está lleno de historias y fantasmas, de recuerdos, dolores y nostalgias, alejado y perdido en el tiempo. (Y en el espacio).
Habrá que restaurar estas oficinas, estos teatros, estos escenarios; habrá que traerlos a la memoria, a llenarlos de arte, de música, de vida.
Eso...
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