La Ventana de Trutruka

sábado, febrero 09, 2008

Pueblo no plebe

La próxima semana, más de 160 poetas participarán en el cuarto Festival Internacional de Poesía de Granada, que se realiza en Nicaragua, desde 2005.

Los vates venidos de todo el mundo a ese rincón de América, compartirán su poesía con el público nicaragüense durante cinco días de lecturas en los atrios de las iglesias, en parques y plazas, y en centros culturales de la ciudad de Granada. Además de recitales de poesía, l@s poetas comparten con el público talleres literarios, mesas redondas y paneles, conciertos de música clásica, popular y folclórica, obras de teatro, exposiciones de artes plásticas, ferias de libros y otras actividades culturales.

Lucy Cristina Chau, poeta panameña, quien participó el año pasado en el Festival, dice que “en Granada el tiempo transcurre varias veces menos que en el resto del mundo. Los atardeceres duran lo suficiente como para que uno pueda llevar su silla hasta el otro lado y en el camino dormir una siesta. Eso, para El Principito de Saint Exupéry sería un planeta para considerar quedarse”.

El festival de este año estará dedicado al poeta nicaragüense Salomón de la Selva, quien se paseó por la vida entre 1893 y 1958. El no es muy conocido en nuestra América e incluso en Nicaragua es poco divulgado. Leo en un artículo de La Prensa Literaria que “ se identificó con la lucha sandinista contra el imperialismo y siempre fue un sincero simpatizante de las luchas por las reivindicaciones sociales de la clase obrera”.
Vamos a la poesía que a ello hemos sido convocados, con un par de poemas de don Salomón.



Pueblo no plebe

La independencia fue para que hubiese pueblo
y no mugrosa plebe:
hombres, no borregos de desfile;
para que hubiese ciudadanos;
para que júbilo goce la infancia
en decencia de hogares sin miseria;
para que abunden los jardines de recreo
infantil; y los juguetes; y,
mejores que las flores,
y más bulliciosos que los pájaros,
más dulces que las frutas,
crezcan los niños y maduren
en salud y alegría que el Estado ampare
y el buen gobernante garantice,
porque la Patria, antes que todo, es madre.


La Bala

La bala que me hiera
será bala con alma.
El alma de esa bala
será como sería
la canción de una rosa
si las flores cantaran
o el olor de un topacio
si las piedras olieran,
o la piel de una música
si nos fuese posible
tocar a las canciones
desnudas con las manos.
Si me hiere el cerebro
me dirá: yo buscaba
sondear tu pensamiento.
Y si me hiere el pecho
me dirá: ¡Yo quería
decirte que te quiero!



Y eso...

lunes, febrero 04, 2008

Hijas de tigresa


Para no quedarme en el puro anuncio que febrero es mes de poesía, amor y carnavales, y porque, como dice Mario Luzi, "la poesía le añade vida a la vida", les propongo la lectura de algunos versos reunidos en un original libro conformado por dos poemarios distintos pero que, al final, son un sólo poemario no más. “Hembras, huelen como son y con la cabeza piensan”, de Sandra Lidid Céspedes, y “Hembras, algunas parpadean lejos y otras resisten”, de Susana Conejeros Barahona,.
“Hembras…” fue impreso en octubre del 2001 por LOM Ediciones.
Hoy, vamos con dos poemas de Sandra, amiga avencindada en San Alfonso precordillerano. Mañana, dos de Susana. Y pasado mañana Raquel, Gloria, Eida, Lucy, Salomón y tantos más. Y así. Hay tiempo de sobra, este año es bisiesto




Hijas de tigresa

Conflictivas
distintas
raras
huelen como son y con la cabeza piensan
hasta cuando suena el silencio con las caderas bailan.
Con la mirada desafían y aman
cuando aman siguen mirando
caminan como pisando
hablan en voz propia de mujer grande
hacen como quieren
dicen lo que quieren
y quieren
y lo dicen
y cuando no quieren también lo dicen
Tocan firme, pero no agarran
y cuando no están seguras, por lo menos tratan.
Condenadas a vivir con los ojos abiertos
por haber heredado lo peor de todas nosotras

A Magdalena



Enamorada

Chaguala me llamaste
chagual te respondí
en ese mismo momento
casi me enamoré de ti.

Entre besos y susurros
verde limón yo te ofrecí
sin vergüenzas ni temores
todos los rojos descubrí.

Me atrapaste con la mano
en el vuelo carmesí,
con un mordisco en el pescuezo
yo coqueta me rendí.

Te dormiste en el rocío
yo despierta te mecí
con silencio y en suspiros
a mi casa yo volví.


Y eso...

viernes, febrero 01, 2008

¡De qué callada manera!


Mientras Pablito Milanés iniciaba su recital, el viernes pasado, entonando los versos de “Vengo naciendo" -“acabo de tener revelaciones, que me hacen joven hasta la muerte, ya para siempre agradeceré vivir”,- yo, encaramado en las graderías del Court Central del Estadio Nacional, me moría de frío por dármelas de lolo y ser el único fans que andaba de polera de manga corta. “No tengo que temer nuevos fracasos, siempre habrá un espacio para recomenzar”, continuaba Pablito, él arropado, claro.

García Márquez lo llama Pablito y asegura que él lleva consigo la música a cualquier lugar donde se encuentre, sólo para que sus amigos del mundo entero se reúnan a cantar. “Hoy sé que no hay felicidad más pura que la felicidad de cantar”, dice don Gabo. Y es veldá! Y en eso anduvimos.

Quizás no a todo pulmón, pero balbuceamos “ La soledad inventa la más bella aparición, remueve los rincones del corazón, para quedarse sola, la soledad, con su niñez, su mocedad, con su vejez, para llorar, para morir en soledad”. O esta otra perlita: “Si ella me faltara alguna vez, nadie me podría acompañar, nadie ocuparía ese lugar que descubro en cada amanecer, si me faltara alguna vez”.

Y a lo que los chilen@s llamamos exilio, Pablo titula Éxodo, y no le hace el quite cantar a Pepe, Juan, Hildita, Vladimir y Tomás, quienes, por diversas razones, debieron abandonar la isla:

“¿Dónde están los amigos que tuve ayer? ¿Qué les pasó? ¿Qué sucedió? ¿A dónde fueron? Qué triste estoy...
¿Dónde están ? Quiero verlos para saber que soy humano, que vivo y siento por mis hermanos y ellos por mí. Donde estén un saludo para decir que los he amado y he deseado más de una vez verlos conmigo aquí morir".

En un momento del recital, lo acompañó la hija de Yolanda, sí, aquella de “ tú me desnudas con siete razones, me abres el pecho siempre que me colmas de amores, de amores, eternamente de amores”. Que también es su hija, me cuentan. Y juntos cantaron “Tristeza”, de Milton Nascimento dijeron, pero yo creo que es de Sergio Mendes.

“Qué sentido tiene ese tema, preguntó Gabriel Ignacio, si todas sus canciones son tristes?”

Y en “Identidad” se dirige a los jóvenes: “me sumo a tu locura callejera, a tu inconformidad con lo ya hecho y siempre igual que tú, pondré mi pecho para tomar el rumbo que tú llevas”.
El Court Central y el frío de la noche impidieron que el espectáculo fuera más íntimo. No ví lágrimas con el “ Y ahora ya ves lo que pasó, al fin nació, al pasar de los años, el tremendo cansancio que provoco ya en ti”; sí un poco más de emoción al entonar “ yo vendré del desierto calcinante y saldré de los bosques y los lagos, y evocaré en un cerro de Santiago a mis hermanos que murieron antes”. Hubo más: "Ya se va aquella edad"; "Paloma ausente", de Violeta Parra, guiño para el público chilensis; se echó de menos "a todo dices que sí, a nada digo que no".
Hora y media de recital acompañado de músicos virtuosos, y por más que, desde las empinadas y populares graderías, nos desgañitamos coreando “no nos vamos ni cagando”, hubo un solo bis.

Comienza febrero, mes de la poesía, del amor y carnavales. ¡Qué rápido se nos fue enero! es que el tiempo pasa... Y para los que salen a vacaciones, este poema de Nicolás Guillén, musicalizado por Pablo Milanés. Cómo no!



De qué callada manera

¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo
como si fuerala primavera!
(Yo, muriendo).

Y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.

¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuerala primavera?
(No soy tanto).

En cambio, ¡qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!

¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo
como si fuera la primavera!
(Yo, muriendo).


Y eso...